Hace varios años que estoy fascinado con el Taoísmo.

Como comencé a conocerlo por el Tao de la Sexualidad (y por analogía con el Tantra de la Sexualidad), voy a empezar escribiendo sobre este aspecto y finalmente lo desarrollaré un poco más en este mismo texto. Más adelante, según sigo aprendiendo, supongo que escribiré algo más.

Para mi el descubrimiento del Tao del Sexo fue un punto de inflexión entre un prepotente «a estas alturas lo sé casi todo del sexo» en el que me encontraba hace cinco o seis años, a pasar a un sorprendente «no se prácticamente nada y para empezar ni me conozco a mi mismo».

Recuerdo escuchar entrecortadamente una conversación en la que una persona mayor, en un restaurante vegetariano, intentaba explicar a una pareja joven lo fascinante que era para él, el Tao del Sexo, ante la pasividad y poco interés de la joven pareja. Muy gráfico y muy familiar.

Lo que realmente descubrí hace unos años es que saltando la barrera del convencionalismo sexual occidental (que por mucha imaginación que le eches y por muy habilidoso que seas, no va más allá del mete y saca, pin pon pan), descubres que tu cuerpo y tu mente pueden ir mucho más allá, y que de la película, te has enterado de la mitad.

Para mi todo esto resultó un hack (perdón por usar este término informático) mental de lo más interesante.

Como llevo tiempo hablando con amigos/as sobre el tema, y la conversaciones suelen ser parciales, voy a escribir algo aquí al respecto en base a mis experiencias y a mi aprendizaje actual.

Para ello voy a usar al principio dos símiles: la cocina y la música.

Cocina

Para mi la visión de la sexualidad Taoísta frente a la sexualidad común occidental, se puede comparar con la cocina: se le puede dedicar más o menos tiempo, puedes tener más o menos habilidades, puede ser más o menos saludable y puedes ser un buen cocinero o uno mediocre. Puedes comer para salir del paso o puedes recrearte cocinando durante horas y horas, y cuando esto sucede muchas veces lo de menos es comer, es más reconfortante todo el proceso.

En mi opinión la sexualidad común occidental es a la sexualidad oriental Taoísta, lo que la comida rápida a la buena cocina.

Quizá el punto más grotesco de la sexualidad occidental sea para mi el porno. Con contadas excepciones, es ese modelo de sexualidad cutre, machista, aburrido, previsible, vacío que nos meten en la cabeza como si fuera lo mejor del mundo, el pensamiento único, The American Way of Fuck. Pero no deja de ser comida basura, cultura basura, valores basura. Y es triste cuando te vas encontrando a personas decepcionadas, insatisfechas, en mi caso del sexo femenino, que piensan que el sexo es eso y nada más y se intentan ajustar a ese único papel con resignación y como buenamente pueden.

Siguiendo con el símil de la comida, para mi el sexo está siempre muy ligado al amor, al cariño, al afecto, aunque esto es algo bastante personal. Para mi tener sexo sin cariño, es como comer cuando estás resfriado, comer lo que se dice comer, comes, pero te pierdes mucho y nunca se saborea igual. Comes, y sales corriendo saciado. El Tao, desde mi punto de vista, potencia mucho el amor, el afecto, el cariño en cualquier relación. Igual que se afina el paladar.

Musica

Pero una vez que superas esa barrera de la que hablaba al principio, te das cuenta de todo lo que te queda por aprender. Creo que un buen símil para describirlo es comparar el aprendizaje del Tao de Sexo con el aprendizaje de la música.

Ninguna persona nace sabiendo tocar un instrumento, pero si tienes interés puedes desarrollar habilidades musicales de una forma fascinante. La mente, el cuerpo, son muy maleables y hacen con entrenamiento cosas fantásticas.

Cualquiera puede ponerse a cantar, pero para hacerlo de una forma profesional, hay que tomárselo en serio y realizar cierto aprendizaje. Con el sexo taoísta pasa lo mismo.

Cuando aprendes a tocar un instrumento como la guitarra, educas y fortaleces las manos, la mente, estudias y conoces el instrumento. Durante una primera etapa te dedicas a entrenar sistemáticamente tu cuerpo para que siga un método, una partitura, para que tu cuerpo y mente se adapten al instrumento, para conocerlo en profundidad. Pasada esta etapa, tocar es algo que se hace sin pensar (o mejor dicho usando el otro hemisferio de cerebro).

El Tao también requiere que te desarrolles mentalmente y físicamente. Hay un proceso de aprendizaje de tu cuerpo, de tus reacciones, de tus procesos mentales, realmente apasionante y que yo desconocía por completo.

Pero para empezar a tocar con un grupo, es mejor que practiques primero en solitario, y cuando tengas suficiente soltura y confianza empieces a tocar en grupo. También podéis aprender al mismo tiempo. Pero lo importante es que tienes que conocer bien a tus parejas, saber como tocan, sus ritmos, como acompañar, y como llegar a esa sincronización, en el que llega un momento que tocáis juntos con soltura. Para esto tiene que haber mucha comunicación.

Me sucede que cuando le hablo a una mujer sobre el Tao del Sexo, enseguida le resulta interesante, y quiere descubrirlo rápidamente. Pero no se aprende a tocar un instrumento en dos días. Dicen que se tarda bastantes años en aprender el Tao de la sexualidad en tu propio cuerpo y otros tantos en conocer a tu pareja, y visto lo visto estoy de acuerdo. Eso sí, lo que he sentido, lo que ha experimentado mi mente, el aprendizaje desde el principio, me está fascinando completamente.

Aprendizaje

Hacer este camino sin ningún apoyo, sin estudiar solfeo, me resulta complicado por no decir imposible. ¿Por qué tratar de descubrir solo lo que los orientales ya llevan desarrollando unos miles de años?. Evidentemente no hay que usar sus enseñanzas a pies juntillas, puedes y debes experimentar, pero creo que es una base imprescindible.

Dejando ya los símiles, añadir que tradicionalmente esta era una enseñanza que en China con toda naturalidad, pasaba generación a generación, bien documentada en los que en algún sitio llaman "libros de almohada", sin tabues, todo lo contrario a nuestra por siglos lastrada cultura occidental.

Afortunadamente, hay mucha lectura relacionada. Personalmente recomiendo los libros que tiene un pie en Occidente y otro en Oriente y nos hacen las explicaciones más cercanas, muchas veces regadas con referencias a modernos estudios de sexualidad que no hacen sino confirmar lo que en Oriente se sabe desde hace miles de años. También son recomendables los textos clásicos, si puede ser, comentados.

Ligado al Tao y al Tantra hay toda una capa "mística". Esto, como todo, es a gusto de cada persona, pero si sabes leer, hay otra capa de una "lógica" bastante aplastante. Para quien le interese esta faceta, le recomiendo El Tao de la Física de Fritjof Capra, y el delicioso y divertido Silencioso Tao, Reflexiones de un científico al otro lado del espejo del matemático lógico Raymond M. Smullyan.

Feminidad

Quizá lo que más me gustó del Tao de la sexualidad, es que es un planteamiento que subraya el papel de la mujer, la visión de esta, su fortaleza, sus valores, sus emociones, y el hombre está, en mi opinión, más al servicio, más en un segundo plano, controlando todo ese derroche de energía que le caracteriza para usarla con más sabiduría para encontrar una armonía con sus parejas. El agua, vence al fuego.

El culto de lo Femenino, es un subtítulo de un libro de Tantra que conocí por el programa Local de RNE3, y creo que resume de una forma hermosa este aspecto de la sexualidad en el Tao y del Tantra. Pero esto llega mucho más allá de la sexualidad:

«Finalmente, el Tantra ve en la represión de los valores femeninos, llevada a cabo por la civilización patriarcal, la causa oculta de la crisis del mundo moderno. Afirma que sólo el culto de lo Femenino y sus valores puede permitir ese auténtico cambio en la sociedad que el ser humano necesita para enfrentar los desafíos de nuestra época.»

Tantra, el culto de lo femenino. André Van Lysebeth

En la misma línea:

«Los taoístas propugnan una vida en completa armonía con las grandes pautas de la naturaleza, y veneran la feminidad precisamente porque las mujeres, por naturaleza, están mucho más cerca de las fuerzas primordiales del cosmos que los hombres.»

El Tao de la salud el Sexo y la Larga Vida, Daniel Reid

y en el prefacio de El Tao de la Física de Fritjof Capra (1975):

«Ahora veo ese interés como parte de una tendencia mucho más amplia, que trata de contrarrestar el profundo desequilibrio existente en nuestra cultura, en nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, en nuestros valores y actitudes y en nuestras estructuras políticas y sociales. La terminología china del ying y el yang me pareció muy adecuada para describir este desequilibrio cultural. Nuestra cultura ha favorecido los valores y actitudes yang o masculinas y ha descuidado sus contrapartes ying o femeninas, que le son complementarias. Hemos favorecido la autoeliminación a costa de la integración, el análisis sobre la síntesis, el conocimiento racional sobre la sabiduría intuitiva, la ciencia sobre la religión, la competencia sobre la cooperación, la expansión sobre la conservación y así sucesivamente. Este desarrollo parcial ha alcanzado ya un punto alarmante, ha llegado a constituir una crisis que presenta dimensiones sociales, ecológicas, morales y espirituales.
No obstante, al mismo tiempo, estamos siendo testigos del inicio de un tremendo movimiento evolucionario, que parece ilustrar el antiguo refrán chino que dice: "Cuando el yang ha alcanzado su punto culminante, retrocede dejando paso al ying". Las décadas de los años 60 y 70 generaron toda una serie de movimientos sociales que parecían converger en una misma dirección. La creciente preocupación por la ecología, el intenso interés por el misticismo, el surgimiento de la conciencia feminista y el redescubrimiento de los enfoques holísticos sobre la salud y la curación, son todas manifestaciones de una misma tendencia evolucionaria.  Todas ellas vienen a contrarrestar el excesivo énfasis puesto en lo racional, en las actitudes y los valores masculinos y tratan de recuperar el equilibrio entre los aspectos masculino y femenino de la naturaleza humana. Así, la conciencia de la profunda armonía existente entre la visión del mundo de la física y la del misticismo oriental, aparece ahora como parte integral de una transformación cultural mucho más amplia, que nos lleva a una nueva visión de la realidad, visión que requerirá un cambio fundamental en nuestros pensamientos, en nuestras percepciones y nuestros valores.»

Para resumir y para aclarar un poco el tema de la dualidad Yin y Yang en este marco, digamos que la sexualidad occidental (y nuestra cultura) está tremendamente desequilibrada actualmente hacia el lado masculino, al contrario de la sexualidad taoísta. Y así nos va.

Pero insistiendo en el refrán chino: «Cuando el yang ha alcanzado su punto culminante, retrocede dejando paso al yin». O como decía Lao Tse en su Tao Te Ching:

Cuando las cosas alcanzan su extremo, comienzan a declinar.
Eso es oponerse al Tao.
Y lo que se opone al Tao camina rápidamente a su fin.

Y cada vez estamos más cerca de ese punto culminante o de ese declinar. Por mi parte sigo aprendiendo (sobre cocina, música, sexualidad, etc, etc).

Disfrutad …